Ser fotógrafo de Bodas es una gran responsabilidad, no hay ensayo posible, no hay repetición

Siempre he pensado que una buena fotografía es como un buen vino o, incluso, una buena película, todos tienen en común que el paso del tiempo les favorece, envejecen bien. Si estamos hablando de fotografía de Boda hablamos de imágenes que serán visitadas una y mil veces por las ganas de volver a aquel día, con mayor motivo tienen que conservar toda su frescura.

Tal vez la palabra clasicismo no sea la más indicada, quizá atemporalidad se acerque más a mi propósito cuando creo las fotografías de vuestra Boda. Entiendo que han de ser fotografías elegantes, naturales, en las que la sofisticación nazca de la sencillez, porque los únicos protagonistas tenéis que ser vosotros.

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Llevo conmigo equipo, técnica y experiencia, y los dejo salir para que se diviertan con vuestra ilusión.

Parte importante de mi trabajo es tener en cuenta todos y cada uno de esos factores en cada instante, porque quiero que todas las fotografías os gusten, quiero poneros muy difícil la elección de las que conformarán vuestro álbum de Boda.

Una Boda es un acontecimiento único desde las primeras horas, que ofrece innumerables oportunidades de obtener una imagen para el recuerdo. Es sencillo, las emociones flotan en el ambiente, los detalles se han cuidado al máximo, vosotros los Novios lucís vuestras mejores galas y mi trabajo se transforma en puro deleite.

No quiero conformarme con hacer fotografías de Boda y ya está. Me explicaré. Soy fotógrafo profesional desde hace ya tiempo y quiero poner toda mi experiencia y formación a vuestro servicio, convencido de que se puede aunar fotografía de Boda y fotografía artística, creando imágenes bellas que, además, estarán impregnadas de sentimiento, el vuestro.

Me gusta conocer los enclaves principales en los que se celebran Bodas, tanto la Ceremonia, como el banquete y la fiesta. Si los conozco bien sabré a dónde dirigir mi cámara, cómo jugará la luz sobre vuestros rosos y sobre las risas de vuestros invitados. Conoceré rincones únicos para crear especiales fotografías de pareja para vosotros.

Sin duda, para hacer bien mi trabajo necesito y quiero información, de todo y de todos, de esa manera sabré qué fotografías son indispensables para vosotros, por la importancia de ciertas personas, por el valor de un momento concreto. La fuerza de la fotografía emotiva es indiscutible en una Boda.

Información sobre la importancia de cada pieza que compone el puzle de vuestro enlace. Cada pareja vais tejiendo vuestro gran día con horas de dedicación para conseguir una Boda personal, única. Por eso es tan importante para mi capturar esos aspectos que la convierten en un acontecimiento tan especial.

Cada pareja de Novios tiene sus propias fotografías. Es cierto que mi estilo artístico es inevitable, es la forma en la que veo el mundo a través de la cámara. Pero a pesar de ello, vosotros sois la gran diferencia, y vuestra historia el hilo conductor hacia un destino distinto en cada ocasión.

Cada nueva pareja de Novios es una nueva historia por descubrir y por contar. Cada Boda es un nuevo y bello reto que encaro con la misma ilusión que el primer día. Supongo que es vuestra ilusión la que mantiene viva la mía. Es como volver a empezar, pero con más conocimiento, más experiencia, y con las mismas ganas de daros lo mejor.

Podría incluso decir que comparto los nervios con vosotros. Ese tipo de cosquilleo preludio de buenos momentos. Porque he de reconocer que, mientras vosotros guardáis vuestros recuerdos, yo atesoro momentos únicos con cada una de mis parejas de Novios.

Sin olvidar vuestras sonrisas, qué sería de una Boda sin sonrisas. Las vuestras, de vuestros amigos, familiares, ese padrino que por fin se relaja, una madrina orgullosa luciendo su mejor atuendo, unos abuelos que se quedan hasta el final, mientras el cuerpo aguante, como todos. Desde los más pequeños hasta los más ancianos, quieren estar celebrando con vosotros un día tan increíble.

Ser fotógrafo de Bodas es una gran responsabilidad, no hay ensayo posible, no hay repetición. Por eso es un trabajo que tiene que afrontarse a partes iguales con seriedad y con diversión. Supongo que estaréis pensando lo mismo de vuestra propia Boda, no es más que una simple receta para que las cosas salgan bien.

En mi caso llevo conmigo equipo, técnica y experiencia, y los dejo salir para que se diviertan con vuestra ilusión. El resultado son fotografías naturales, sin excesos, sin posados forzados, fotografías llenas de frescura y color. Buscando que olvidéis la cámara o que os hagáis cómplices del momento, buscando, en definitiva, la espontaneidad.

Una espontaneidad en la que nada es fruto del azar, con una excepción que son vuestros gestos, eso sí que es totalmente natural. Mientras tanto, yo estaré pendiente de cada aspecto de la fotografía, encuadre, luz, texturas, todo lo que conforma una fotografía bella y bien ejecutada.

Es un auténtico placer para mi ser fotógrafo de Bodas. Siempre he pensado que formar parte de un día así de trascendente en vuestras vidas supone todo un honor como profesional y, me atrevo a añadir, que también como persona. Estaré encantado de conoceros y de acompañaros en ese hermoso viaje que es vuestra Boda.